Esto es algo de primero de carrera. Miento. Debería serlo. Si a ti tampoco te explicaron la importancia de redactar un informe cada vez que un paciente llega a consulta, estás en el lugar adecuado.
Parece ser que no damos gran relevancia pero es un deber del profesional y un derecho del paciente. Ponte en su lugar: vas a un profesional de la salud y sales sin papelito de la consulta, ¿cómo te sientes? ¿inseguro? ¿intranquilo? ¿sin haber comprendido bien el diagnóstico o pautas que te ha dado?
Pues tan sencillo como eso. Practica un poco la empatía y ponte manos a la obra.
Hacer un buen informe puede ser la clave de organización para ti como logopeda, de tranquilidad para el paciente y la familia y de información importante para otros profesionales con los que formes equipo transdisciplinar.
En este taller vas a aprender: qué es un informe, cómo redactarlo, qué partes debe tener, cuántos tipos de informe hay (te anticipo que son más de diez, aunque tú probablemente solo conozcas dos: el inicial y el final), qué lo diferencia de una carta de derivación o una nota de evolución, cómo y cuándo entregarlos… además de compartirte ejemplos de informes reales que te ayuden y guíen en tus inicios.
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